El gobierno nacional no deja de sorprendernos, pareciera que siempre con cada noticia tocan el límite del cinismo, sin embargo basta con que pasen un par de días para que las páginas del debate nacional nos vuelvan a poner sobre la palestra lo vergonzoso que se ha vuelto el actuar de un presidente que según las últimas encuestas ya es el peor de la historia. La incapacidad de leer el nuevo país y seguir pensando que la solución está en las estrategias que le dé su patrón ha sido la desgracia de quien es el gobernante más joven de Colombia pero con las ideas más feudales y con un guion ya escrito por quienes han ejercido el poder por más de 200 años, tal ha sido su fracaso que ni siquiera a los partidos de la clase política tradicional ha logrado mantener unidos.
A esto se suma la patética actuación internacional, en donde se quiere mostrar al estado como respetuoso de los derechos humanos y de la debida implementación de los acuerdos de paz cuando en realidad sabemos que la actitud del uribismo ha sido beligerante contra el proceso, atacando desde un principio cada una de las reformas y la posibilidad de concretar la paz con los grupos armados, sin embargo le ha quedado difícil cumplir el papel de la mentira, ya que algunos de sus lucidos militantes hasta tomaron el atrevimiento de apoyar abiertamente un candidato en la campaña presidencial de los Estados Unidos lo que ha causado malestar entre muchos demócratas del gobierno y el parlamento gringo.
Ni que decir de la última advertencia de la CIDH a Colombia donde evidencia una serie de sugerencias guiadas por el derecho internacional para el tratamiento de la protesta social, a la que el gobierno no tardo en desmeritar con absoluta ignorancia y con la hipocresía de haber apoyado las manifestaciones en el vecino país o aquella comunicación ridícula de vicepresidencia donde instaba al gobierno de Cuba a dialogar y a no maltratar a los marchantes, sin sonrojarse se atreven a dar declaraciones cuando justamente los señalamientos que recaen sobre el estado develan un régimen autoritario con desproporcionado uso de la fuerza, violaciones de civiles, traslados de protección y desapariciones que han alertado a toda la comunidad internacional, a los parlamentarios europeos y del Reino Unido sobre la grave situación del segundo país con mayor muertes en protestas después de Birmania.
El gobierno de la “legalidad” ha estado envuelto en escándalos bochornosos, pero las muertes en manifestaciones es algo preocupante; la justicia social, distributiva y retributiva parecen no estar en las prioridades. “Todos tenemos el deber de no asesinarnos entre nosotros, y el de hacer lo que está en nuestras manos para evitar que las personas lleven a cabo el injusto acto de asesinar a otros” Swift, A. (2016), ¿Qué es y para qué sirve la filosofía política? Guía para estudiantes y políticos Pág. 38 (capítulo 1. Justicia social): Siglo XXI editores. Y eso justamente es lo que Duque y sus secuaces han sido incapaces de hacer, salvaguardar la integridad de todos los colombianos y garantizar la justicia para todas y todos. Lo que vemos no es más que el resultado de la implementación de políticas que giran alrededor de los colonizadores de turno y no de garantizar el buen vivir y la equidad social.
“Las instituciones sociales y económicas clave de la sociedad determinan de forma decisiva la distribución de beneficios y cargas” Swift, A. (2016), ¿Qué es y para qué sirve la filosofía política? Guía para estudiantes y políticos Pág. 33 (capítulo 1. Justicia social): Siglo XXI editores. Cuando de afrontar responsabilidades se trata, el gobierno busca solo excusas y culpabilidades ajenas, ni se les ocurre revisar sus actuaciones, se arropan bajo la premisa ideológica y culpan al comunismo y a la oposición de los inmensos problemas sociales mientras el presidente da ofrendas en la tumba de Mao Zedong y da agradecimientos formales a la China del Partido Único. La hipocresía de los que prometieron austeridad la vemos a flote, mientras se conceden extensiones tributarias para el gran capital y los políticos de siempre pagan declaraciones de renta paupérrimas.
A los fetichistas del poder se les está acabando el tiempo, mientras la ciudadanía se empodera y retoma el rumbo de su destino, otros se aferran al poder aun recurriendo a la violencia, mirando la paja en el ojo ajeno sin darse cuenta de la enorme viga que los tiene ciegos. Siempre concluyo recordando la importancia de la participación activa, de invitarlos a no seguirle el juego a los que usan el poder público para tapar sus delitos y de encontrar el rol protagónico de cada uno dentro de la sociedad actual. “La corrupción es doble: del gobernante que se cree sede soberana del poder y de la comunidad política que se lo permite, que lo consiente, que se torna servil en vez de ser actora de la construcción de lo político” Dussel, E. (2006), Pág. 14, 20 tesis de política (Tesis I-X): Siglo XXI editores. Como dice un viejo innombrable: Ojo con el 22.